Recuerdo que perdí mis piernas, no me quedaba más que mis ojos... decidí tomar fotografías para que fueran testigos de mi muerte. Al final me reuní con ella, donde el espacio es lo más pequeño que hay.
jueves, 24 de julio de 2008
En la caminata larga de esa noche.
Publicado por Dídac en 20:10
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